Qué objetivo usar cuando tenemos poca luz

El fótometro indica en la parte superior derecha la ISO (400), la T a la izquierda es la velocidad de obturación (1/8) y a la derecha marca la apertura (f4.0)

Este sábado cubro un reportaje de esos que hay que hacer especialmente bonitos. Serán fotos de interior y de exterior. Como hay tiempo para prepararlo fui a medir la luz a la sala donde serán las fotos de interior y el fotómetro me dijo que, en el mejor de los casos, tendría una obturación de 1/8 para f4.0, a ISO 400. En este artículo hablo de cómo se mejoraría esa velocidad de obturación tan horrorosa usando diferentes lentes.

La velocidad de obturación es donde siempre se mira cuando haces interiores, es casi una obsesión, y siempre se está al borde de que se trepide la foto buscando algo más de calidad. Se puede usar un flash, sí, pero a distancia no vale de nada, y para ciertas fotos donde quieres capturar la luz natural del lugar usar el flash es como matar moscas a cañonazos, sobre todo porque el flash crea sombras falsas.

La ISO 400 es lo que selecciono casi siempre para los reportajes, suele ser válido para interior y exterior y así no tengo que cambiarla. La ISO 100 o 50, que es la calidad ideal, la uso para fotos de estudio o en casos de mucha luz, y no siempre se tiene la suerte de contar con tanta luz. Por eso cuando mido el fotómetro lo tengo en 400 ISO.

Mi compañero de fatigas, el Canon 24-105 f4 con estabilizador. El “Panzer” de Canon.

El objetivo que uso en el 95% de los casos es el Canon EF 24-105 mm / 1:4,0 L IS USM que casi nunca hay que cambiarlo porque, aparte de tener una nitidez brutal y un enfoque rapidísimo (muy importante en reportajes), el rango de longitud focal, de 24mm a 105mm, abarca casi todas las necesidades de un día de trabajo. La única pega posible que se le puede buscar es que no baja de f4.0. Algunas personas prefieren el Canon 28-70 mm f2.8 EF L USM porque es más luminoso (hasta f2.8), o sea, que permite que entre más luz y por tanto subir la velocidad de obturación. Este lo descarto porque es menos funcional que el 24-105, pero reconozco que tiene una calidad y una luminosidad envidiables.

Iré por partes, primero, qué problema nos plantea esa medida que tomé para mi reportaje del sábado (recordemos 1/8 y f4.0 a ISO 400). En principio lo peor es la escasa velocidad de obturación. Normalmente, por debajo de 1/50 nos la estamos jugando.

Hay maneras de saber cual es el límite de velocidad de obturación en función de la distancia focal que estemos usando, sí, hay millones de webs que llenan cientos de artículos (suele ser que si X es la longitud del objetivo, no bajes la velocidad de 1/X) hablando de calcular el punto justo de velocidad de obturación para que no se trepiden las fotos, pero seamos prácticos: en medio de un reportaje abres y cierras el objetivo unas “trescientas” veces y no vas a cambiar la velocidad de obturación tantas veces como de distancia focal. Se podría, sí, pero si te despistas te puedes dejar unas cuantas fotos “movidas” por el camino. Y las fotos movidas no las pagan por muy artísticas que hayan quedado.

Con el tiempo te acabas acostumbrando a que el objetivo sea una extensión de tu cuerpo y ya sabes hasta dónde puedes llegar y dónde no con la velocidad de obturación. Una vez más sale a relucir la importancia de hacer muchas fotos, lo importante que es salir a disparar miles de fotos y aprender del objetivo que tienes. Un objetivo no “te lo acabas” en menos de un año aunque hagas fotos a diario, y eso siendo profesional, que te enfrentas a cientos de problemas que resolver en plena acción, y el momento de la foto no espera. Conozco algunos aficionados a la fotografía (aunque pocos) que se compran un objetivo cada tres meses, aburridos del que tenían, y de esta forma se pasan la vida intentando entender su objetivo nuevo y no le sacan todo el partido al anterior porque no han pasado las horas suficientes con él. Hay que dedicarle más tiempo a los objetivos para entenderlos del todo (aquí podría disertar sobre las relaciones humanas pero creo que no debería…).

Volvamos al asunto, hablamos de luz y objetivos. Si el fotómetro nos dice que la luz es de 1/8 y f4.0, y queremos mantener f4.0 (pues nuestro objetivo no baja de f4) por la ley de reciprocidad si la ISO la cambiamos a 1600 entonces la obturación será 1/30.

De ISO 400, 1/8, f4 pasamos a ISO 1600, 1/30, f4.

Imaginemos que cambiamos de objetivo. Para las mismas condiciones de luz, ahora mantenemos la ISO en 400 y colocamos un objetivo, por ejemplo el Canon EF 50 mm f/1,4 USM que tiene muchos fans, así podemos bajar a f1.4 y la velocidad de obturación resultante será de 1/60. Cambio radical. Acabamos de ver la diferencia entre un objetivo con luz y otro increíblemente luminoso.

Debería indicar que por debajo de f4, digamos f2.8, f1.4, f1.2, son diafragmas un poco radicales y que el enfoque ha de ser muy preciso (a no ser que estemos enfocando lejos, a la hiperfocal, pero de eso ya hablaremos en otro post).

También comentar que en los extremos de los objetivos suele haber una pérdida importante de calidad, tanto en los extremos de la distancia focal como en los extremos del diafragma. Es decir, que si nuestro objetivo tiene un máximo de apertura de f4.0, mejor usemos 5.6 si nos lo podemos permitir, un pasito más. Igual por arriba, si cierra hasta f22, mejor usar el paso anterior. Con la distancia focal se acusa menos la pérdida de calidad pero siempre que se pueda es mejor no llegar al extremo. Por ejemplo, con mi objetivo de 24-105, mejor no abrir del todo y quedarse en 28, 30 o 35 mílimetros, y lo mismo con el zoom, quedarse en 80 o 100 mm. Pero esto ya es una manía más que otra cosa : )

Así que si colocamos el Canon EF 50 mm f/1,4 USM en nuestra queridísima cámara lo ideal sería no bajar hasta 1.4 y usar un diafragma de 2.8, por ejemplo, que además hace unos retratos formidables con esa apertura y a una distancia razonable.

Volviendo a “mi luz” de este sábado (ISO 400, 1/8, f4), ya sé que si quiero hacer un retrato con el 50mm y con esa luz y no me quiero arriesgar con la velocidad de obturación, mis settings deberían ser, por ejemplo, 1/60 de obturación, f1.4 de apertura, ISO 400. O mejor, para no ser muy radical con la apertura: 1/60 de obturación, f2.8 de apertura y una ISO 1600 (qué remedio…). La luz es la que manda.

Si te gustó este artículo lo puedes compartir en tus redes (aunque lo estés leyendo unos meses después de su publicación, que también se puede) o dejarme un comentario. Los comentarios en los blogs son como los aplausos para los músicos ¿verdad?, es lo que más se agradece.

Foto de portada cortesía de: Divine Productions