¿Comprar un buen cuerpo de cámara o un buen objetivo?

Esto es una de las preguntas del millón: si al ampliar nuestro equipo fotográfico es mejor invertir en comprar un buen cuerpo de cámara, o si es mejor invertir más dinero en un buen objetivo. Vamos a ver los pros y los contras de cada opción. Al final daré unas conclusiones, por si te sirve para tomar la decisión de si tu próxima inversión debería ser en un buen objetivo o en una buena cámara.

Primero debemos recordar que las fotografías que hacemos dependen principalmente de nuestra forma de ver, de saber mirar, de imaginar la imagen y, finalmente, saber manejar los settings de nuestra cámara, y el objetivo que tenemos montado, para conseguir esa imagen. Además de la posterior edición en Lightroom o Photoshop. Es decir, que no es fundamental el equipo que usamos para conseguir una buena imagen. Prueba de esto es que hay fotografías impresionantes realizadas con móviles, a veces incluso hechas por gente con poca educación visual.

Pero nosotros queremos hacer buenas fotos siempre, sin acudir a la casualidad o la suerte, y con control en todo lo que hacemos. Queremos tomar decisiones en las imágenes que creamos, y por eso nos preocupa el material que usamos. Desde la manera en que se toma la foto, hasta la calidad de la imagen desde su toma hasta su edición en Photoshop, Lightroom, o el programa de edición que usemos. Así que la duda de si comprar una buena cámara, gastando más de lo que teníamos pensado, es o no una buena decisión. Sobre todo si para ello tienes que recortar el presupuesto en objetivos.

Vamos a la tienda de fotografía y empezamos a dudar: ¿me pillo el último modelo de Canon pensado para estudios de fotografía? ¿Y si me compro una cámara de fotos algo más de sector medio, y con eso que ahorro me compro un buen objetivo, o incluso dos…? Vamos a ver lo mejor de cada cosa, por partes:

Lo mejor de un buen cuerpo de cámara fotográfica

Calidad de imagen

Lo mejor de comprar una buena cámara, un buen cuerpo, es que la calidad del sensor será significativamente mayor que el resto de gama. ¿Esto es importante? A partir de cierto nivel de sensor, desde la gama media de cada marca, para el 98% de las fotografías que tomamos no es crucial la calidad del sensor.

Esto quiere decir que el 98% de las fotografías que tomemos, si lo hacemos con un cuerpo de altísima gama, y las mismas fotos con el cuerpo de una cámara fotográfica de gama media, obtendremos resultados con diferencias casi imperceptibles. Este porcentaje es, evidentemente, un estimado basado en mis observaciones del todo poco científicas, pero me sirve para hacer entender que, si juzgamos una cámara por el nivel de calidad en la toma, serán pocas las fotografías en las que echemos de menos haber gastado 2.000 euros más en una cámara de fotos.

Decía uno de mis profesores de fotografía que, es la última parte de la derecha de un histograma, la última sexta parte, donde está el precio de más que pagamos por un buen sensor. Ahora piensa, con cuántas cámaras has tirado donde siempre llenes esa parte del histograma. Hablamos de condiciones de luz excepcionales, es decir, de un estudio fotográfico.

Precio del sensor de tu cámara en el histograma

Efectivamente, la máxima calidad la buscamos en un estudio, eso seguro, donde todas las condiciones están totalmente controladas y siempre queremos más calidad. Objetivos, cuerpo, postproducción. Todo a tope de gama. Pero, ¿cómo aprovecharemos el precio que pagamos de más por un mejor cuerpo? ¿Hay mucha diferencia de 18 a 24 megapíxeles? La hay, sí, pero, ¿vamos a aprovechar más esa diferencia que un objetivo de 50 mm 1.2 frente a un 1.8?

A tener muy en cuenta cómo gestionan el ruido y la calidad de imagen a altos niveles de ISO. Hay cámaras de fotos sorprendentes, que hacen fotos sin necesidad de flash en condiciones de luz que hace menos de diez años nos parecería increíble.

Para que vean que a veces el mercado es engañoso, vamos a hacer comparativa rápida de la Canon EOS 250D de la Nikon D610. Ambas tienen cerca de 24 megapíxeles. Por concretar: 24,1 megapíxeles la Canon y 24,3 la Nikon. Sin embargo, si miramos el resto de prestaciones con lupa tenemos en Nikon una verdadera cámara más cerca de lo profesional que la Canon, que no es full frame. Y digo esto siendo yo de Canon, que conste 🙂 Pero lo que quiero decir es que no nos fijemos solo en los megapíxeles del sensor. En su momento fue un argumento de venta, como ahora lo es si hacen vídeos 4K u 8K, pero tenemos que mirar más atributos como: longitud focal máxima, rango ISO, peso total, factor de forma, gasto de batería (en vatios por hora), si hace las fotos en RAW (fundamental), zoom óptico, tipo de visor, etc.

Pongo aquí las cámaras de las que hablo con enlaces a las dos fichas de Amazon, que suelen describir bastante bien cada producto y tienen los precios mínimos actualizados:

Canon EOS 250D Nikon D610

 

Comprando a través de los enlaces que pongo de Amazon no te cambia el precio, incluso a veces hay ofertas y aseguras el mejor precio, y ayudas a este blog a seguir disponible para toda la comunidad de entusiastas de la fotografía.

En otro artículo explico mejor cómo elegir un buen cuerpo de cámara y una guía rápida de compra de las más actuales. Pero aquí prefiero centrarme en el objeto del artículo, que es discernir entre si comprar unos buenos objetivos o si gastar más en un mejor cuerpo.

¿Full frame o no?

Si tienes que elegir entre una full frame y una que no lo es: ve a por la full frame. Hablamos de cámaras réflex digitales, con espejo. No produce un efecto multiplicador en la óptica que le calces, por ser full-frame, que a veces no viene mal tener algo más de tele en tu objetivo, pero a cambio tienes una gran calidad y sacas todo el partido a tus objetivos de alta gama.

Velocidad de enfoque y disparo

Los cuerpos de las cámaras digitales apenas afectan a la velocidad de enfoque, que es tarea del objetivo, pero sí que se diferencian bastante unas de otras en la velocidad de disparo. Si vamos a comprar una nueva cámara de fotos, tendremos que saber si vamos a usar la opción de disparo en ráfaga, y cuántas imágenes por ráfaga vamos a necesitar.

¿Qué tipo de fotografía se hace con ráfaga? Sobre todo la fotografía deportiva. También la de animales que se mueven deprisa, como las de ornitología. Si sucede la acción a gran velocidad, y el objeto de la imagen está casi siempre en movimiento, será necesario usar ráfagas de imágenes. Entonces es cuando el cuerpo tiene que sacar los dientes. Disparar a gran velocidad, con estabilidad, calidad y, sobre todo, un buen buffer donde ir almacenando esas imágenes antes de pasarlas a la tarjeta de memoria. El buffer es eso, esa memoria intermedia entre la cámara y la tarjeta, que es la memoria definitiva.

Como estarás imaginando, una cámara con poco buffer va a pedir que levantes el dedo de las ráfagas más a menudo, porque necesitará almacenar las fotos a buen recaudo antes de seguir dejando que dispares. Por tanto, no solo estamos hablando de velocidad de disparo entre una foto y otra en una ráfaga, hablamos también del número de fotografías por ráfaga que permite el cuerpo  de la cámara que hagas.

Otro de los factores a tener en cuenta es el tiempo que tarda entre ráfaga y ráfaga en volver a permitir que dispares. Una cámara de alta gama es una auténtica ametralladora. Y da mucha seguridad saber que todas y cada una de las fotos acaban en la tarjeta de memoria de forma rápida y sin problemas, y que en pocos segundos, a veces en tiempos por debajo de un segundo, te permitirá disparar de nuevo otra ráfaga de fotos de alta calidad.

Con cuerpos como la Canon EOS 6D MK II o maravillas de la creación como la Nikon D780 tendrás ráfagas como las minigun de los videojuegos. Y a la mayor resolución del mercado para esa velocidad y esas prestaciones.

Canon EOS 6D MK II Nikon D780

Ojo aquí, algunos fabricantes te venden una gran velocidad de obturación y gran velocidad de ráfagas de imágenes, pero ocultan el dato de a qué resolución se hacen esas ráfagas. Es evidente que si la resolución de imagen es baja, o si se está disparando imágenes en JPG u otro formato que no es RAWo NEF, la cantidad de fotos que te deja disparar una cámara siempre es mayor que si pedimos rendimiento y buena calidad de imagen.

Menús más completos

La riqueza de opciones en los menús. Esta es otra de las diferencias fundamentales entre cámaras de fotos de alta gama y aquellas de gama media. Es lógico pensar que una cámara con más opciones tendrá un menú mayor. Más capacidad de personalización, más opciones a la hora de hacer nuestras imágenes y hacer más cómoda la cámara a nuestra forma de trabajar.

Voy a poner un ejemplo. En mi Canon 5D Mark II puse desde el principio que quería disociar el botón de enfoque del de captura. En el menú avanzado de la cámara puedo decir que el botón de captura es el de siempre, pero para que enfoque con el punto central uso un botoncito que hay detrás y que acciono con el pulgar. A algunos les parecerá un engorro, pero te aseguro que ya casi no sé trabajar de otra manera. Apunto, enfoco donde quiero el foco (con el pulgar derecho), apunto donde quiero la luz, sujeto el obturador hasta la mitad, que recuerda la luz que quiero, encuadro de nuevo la foto, y ya aprieto el obturador hasta abajo. Todo esto, que son varias líneas de describir, se hace casi como un acto reflejo en décimas de segundo, y las fotos salen SIEMPRE como tú quieres y en el instante en que suceden. No he perdido jamás una foto por tirar así, y he estado en sitios y situaciones que ni imaginas.

Bien, pues esto que cuento no se puede hacer en ciertas cámaras de gama media. No digamos ya en las de gama baja. La cuestión es si tú por eso querrás pagar 500 euros más, y dejar de comprar un objetivo de 50 mm como esta belleza: Canon EF 50mm f/1.2L USM

Más opciones, menos limitaciones

Está claro que pagar más por el cuerpo de una cámara de fotos digital te da más opciones. Aunque eres tú el que debe juzgar si las vas a usar todas. Por favor, no caigas en el «por si acaso», ese momento antes de comprar una cámara en que crees que te va a hacer falta todo. Piensa cómo usas la cámara de fotos, si hay cosas que te gustaría tener en la nueva que vas a comprar y, en consecuencia, decide.

Conectividad

Según avanza la tecnología, y se implementa en los cuerpos de las cámaras, más elementos vamos a encontrar que diferencian unas de otras: conectores, periféricos disponibles, … Vamos a ver, por ejemplo, la conectividad con el mundo exterior. Ahora las comparativas de cámaras dan a elegir si la quieres con conexión WiFi, Bluetooth, HDMI, NFC… Un cuerpo de cámara profesional, o de nivel medio, tendrá más formas de conectarse. Por ejemplo, para que puedas hacer live video o conectarla directamente a un monitor en plena sesión de estudio. Para que añadas un disparador remoto por cable, para poder conectar a un monitor, y una larga panoplia de opciones. ¿Te va a ser de utilidad? De nuevo, pregúntate si le vas a sacar partido.

Piensa, por ejemplo, que si tu cámara no se conecta por WiFi podrías ampliar a esa capacidad en las tarjetas de memoria que compres. Fin del «problema».

Antes había más mercado de dispositivos para descargas de imágenes por NFC. Por velocidad parece que se sigue imponiendo el USB 3.0. Por cierto, si te va faltando sitio puedes tener una primera copia de tus fotos digitales en este otro juguetito que tengo por aquí, un disco portátil de 5 TB: Seagate Portable Drive 5 TB disco duro externo USB 3.0 para PC y MAC

Más comodidad

Una de las grandes diferencias entre las cámaras profesionales y las que son de gama media, o baja, son la comodidad de uso. Peso, agarre, disponibilidad de los botones… y esa cantidad de diferencias, que harán de una jornada de 4 horas disparando más llevadera o más incómoda en función de cómo nos adaptemos. De momento, diré que aquí el tamaño, en parte, sí que importa: una cámara pequeña te deja la mano derecha dolorida, sobre todo las yemas de los dedos.

Dispositivos compatibles

Al valorar para tu equipo un nuevo modelo de cámara, reflex o mirrorless, ten en cuenta si le vas a conectar dispositivos. Como flashes, transmisores, disparadores remotos y otros accesorios.

Ahora vamos con lo bueno de invertir algo más de presupuesto en un buen objetivo. Al final de este post pongo las conclusiones.

Lo mejor de un buen objetivo

Eso es lo que se le pide a un buen objetivo fotográfico:

  • Calidad de imagen. Se nota más un mal objetivo que un mal cuerpo de cámara.
  • Motor de enfoque. Un objetivo bueno, con buen motor de enfoque, siempre enfocará más rápido que un cuerpo de cámara caro.
  • Luminosidad. De 1.8 para abajo (1.4, 1.2…) el precio aumenta de forma abrumadora, pero en algunos «cristales» lo merece. Como el de 50 mm 1.2 de Canon.
  • Velocidad. Si queremos disparar a 1/250 las f lo tienen que permitir, es una cosa u otra.
  • Resistencia y durabilidad. Cuidar bien un objetivo asegura una vida de décadas, sobre todo si está bien construido y con buen sellado.

El cuerpo cambia, las lentes siguen

Una razón de peso a la hora de optar por más presupuesto en objetivos que en cuerpos, es que estos últimos tienen más rotación que las lentes. Más todavía en el mundo digital, que cambian cada pocos meses las resoluciones, los sistemas y elementos como las tarjetas. Un objetivo seguirá, hasta cierto punto, al margen del mundo digital porque es pura óptica.

Esta idea de que un objetivo es más atemporal que un cuerpo también nos sugiere que en el mundo de segunda mano tiene mejor reventa una lente que el cuerpo de la cámara.

Algunas conclusiones

  • Un objetivo vale para varios cuerpos, no al revés.
  • Las lentes sobreviven a las cámaras.
  • Mejor mercado de segunda mano para objetivos que para cámaras.
  • Un objetivo requiere un tiempo de aprendizaje, tiene su propia personalidad, un cuerpo es muy similar unos de otros.
  • Es una gozada coleccionar buenos objetivos.
  • Un buen cuerpo hace la jornada más llevadera.
  • Una buena cámara conoce menos limitaciones que otra de menor presupuesto.

Canon, por ejemplo, ofrece tres versiones para sus objetivos de 50 milímetros fijo. La diferencia de precio es notable. Siendo el de 50mm 1.2 una maravilla, aunque quizá algo caro. El 50 mm f/1.4 es magnífico, este es el 50 mm que yo uso, es perfecto por la relación calidad/precio. El de 1.8, en cambio, es un poco «plástico». Tres sabores, tres precios, tres calidades. Algo más difícil de comparar en cuerpos de cámaras.

Canon EF 50mm f/1.2L USM Canon EF 50 mm f/1.4 USM Canon EF 50mm f/1.8 STM

 

Mi opción PERSONAL, si hay que elegir una opción u otra, es la de optar por el buen objetivo fotográfico, antes que invertir más en un buen cuerpo. En más de dos décadas de fotografía he tenido varios objetivos, muy bien cuidados, y varios cuerpos, algunos de estos últimos ya casi obsoletos. Aunque las casas de fotografía, como Canon, Nikon o Sony, buscan siempre la forma de hacer viejos nuestros objetivos, o hacerlos incompatibles con nuevas cámaras, su óptica es puramente analógica y siempre prevalecerá. Pero esto es una preferencia tan válida como cualquier otra.

Y tú qué prefieres, ¿invertir más en un buen objetivo o en una buena cámara?